El Camino del Cid es un itinerario turístico cultural que atraviesa España de noroeste a sudeste y sigue las huellas literarias e históricas de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, el famoso caballero medieval del siglo XI.

La principal guía de viaje de este itinerario es el Cantar de mío Cid, el gran poema épico medieval hispánico que narra las aventuras del Campeador, escrito a finales del siglo XII o principios del siglo XIII. Los lugares, parajes y castillos que aparecen en el Cantar de mío Cid forman la columna vertebral de este itinerario. También recorre algunos lugares que no aparecen en el Cantar pero que están vinculados a la figura histórica del Cid. En conjunto, se trata de una ruta esencialmente rural donde la tranquilidad y el contacto directo con la tierra están asegurados.

Debido a su longitud (unos 1.400 kilómetros de senderos y 2.000 kilómetros de carreteras), está dividido en rutas tematizadas de entre 50 y 300 km aproximadamente unidas entre sí, para que puedas acomodar el viaje a tus días de vacaciones.

Las dos expresiones más utilizadas por los viajeros del Camino del Cid son: «No me lo esperaba» y «Lo mejor, la gente». Una parte importante de las zonas por las que pasa el Camino del Cid eran, en la Edad Media, tierras de frontera poco pobladas. Las cosas no han cambiado mucho desde entonces: en algunos territorios la densidad demográfica no supera los 8 habitantes por km2 (mientras que en Alemania son 229; en Francia, 119; 92 en España; 270 en Reino Unido y 503 hab./km2 en Paises Bajos). Aunque también hay ciudades cosmopolitas, como Valencia, los grandes protagonistas del Camino del Cid son sus pequeños pueblos. De las 387 poblaciones integradas en la ruta 152 tienen menos de 100 habitantes. Muchos descienden directamente de los primeros colonos que se asentaron en estas tierras y las dominaron en condiciones precarias. El gran valor del Camino del Cid es su gente, amable y acogedora. Aquí te sentirás bien recibido, seguro, y tranquilo.

Las rutas del Camino del Cid cruzan en su mayor parte entornos rurales poco poblados. Esto posibilita una experiencia de viaje diferente y muy atractiva para los aficionados al turismo rural, de senderos y aire libre. A su paso atraviesa más de setenta espacios naturales protegidos por la Red Natura 2000. Los sabinares relictos del Arlanza (Burgos), el río Duero (Soria), el Parque Natural del Alto Tajo (Guadalajara), las lagunas de Gallocanta (Zaragoza), la Sierra del Maestrazgo (Teruel y Castellón), la Albufera de Valencia o el Palmeral de Elche (Alicante), entre otros, se alternan para configurar un mosaico de valles, páramos, ríos y montañas que, inevitablemente, «desembocan» en las playas del Mediterráneo.

En ruta encontrarás ocho Patrimonios de la Humanidad de origen medieval: la Catedral y el Camino de Santiago, en Burgos; el Mudéjar Aragonés, en las provincias de Teruel y Zaragoza; el Tribunal de las Aguas y la Lonja de la Seda (en Valencia); la Fiesta de la Mare de Déu de la Salut, en Algemesí (Valencia); y el Palmeral y el Misteri, ambos en Elche. Además, en más de una decena de poblaciones de Castellón, Teruel y Valencia podrás contemplar ejemplos de Arte Rupestre del Arco Mediterráneo, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1998.