El Canal de Castilla es uno de los proyectos más relevantes de ingeniería civil de la España Ilustrada. El objetivo principal de su construcción fue servir como vía fluvial de comunicación y transporte que solucionase el problema de aislamiento al que estaba sometida la meseta castellana y leonesa, debido a una orografía complicada y una deficiente y mal conservada red viaria, que dificultaba y hacía casi imposible el transporte de los excedentes agrarios de la región, cereales en su mayoría.

Aunque hubo precedentes en siglos anteriores, fue en el siglo XVIII, bajo Fernando VI y el Marqués de la Ensenada, cuando se gestó un gran plan para impulsar la economía española mediante obras públicas. El objetivo principal fue crear una red de caminos y canales para Castilla, destacando el “Proyecto General de los Canales de Navegación y Riego” presentado por Antonio de Ulloa, inspirado en trabajos franceses. El plan original incluía cuatro canales, de los cuales solo tres se construyeron parcialmente o en su totalidad, mientras que el Canal de Segovia nunca llegó a realizarse. Las obras, iniciadas en 1753, se prolongaron cerca de un siglo debido a numerosas dificultades. La navegación comenzó en el siglo XVIII, pero el periodo de mayor esplendor llegó entre 1850 y 1860, con más de 350 barcazas privadas surcando el Canal. La apertura del ferrocarril Valladolid-Alar del Rey supuso el declive del canal como vía de transporte, aunque mantuvo importancia económica por otros usos industriales. Así, en torno a su cauce florecieron fábricas y molinos, contribuyendo al desarrollo de la región. En la actualidad, el Canal de Castilla es un destacado Bien de Interés Cultural y destino turístico, cruzando Palencia, Burgos y Valladolid. Ofrece a los visitantes un recorrido por la naturaleza y la historia, mostrando esclusas, antiguos edificios industriales y puentes que evocan la grandeza de esta obra de la Ilustración.

Tiene 207 kilómetros divididos en tres ramales: Norte (75 km, 24 esclusas), Campos (78 km, 7 esclusas) y Sur (54 km, 18 esclusas).

De perfil trapezoidal, sus caminos de sirga, que discurren en paralelo, antes usados por mulas para arrastrar las barcazas, permiten hoy recorrerlo en bici, a caballo o a pie, disfrutando de paisajes, fauna, flora y arquitectura, así como de un espectacular patrimonio artístico, cultural y buena gastronomía en 38 municipios. Además, el Canal de Castilla es navegable en algunos tramos.

Los elementos constructivos del Canal de Castilla, como esclusas, presas, retenciones, acueductos, puentes, etc., permiten que nos hagamos una idea de lo que fue el Canal de Castilla en su momento de máximo esplendor:

  • Las esclusas: balsas cerradas con compuertasque permitían salvar los desniveles del terreno y hacer navegable el Canal, que se rellenan abriendo las portonas inferiores hasta que el nivel de la balsa se iguala con el nivel del cauce del Canal. En la primera etapa de construcción eran de forma ovalada y, posteriormente, se hicieron rectangulares. Hay 49 en total.
  • Las fábricasdeharina: Admira los edificios que utilizaban la fuerza del agua para moler el grano y producir harina.
  • Los puentes,acueductos y dársenas: Contempla estas impresionantes construcciones que permiten que el canal cruce ríos y carreteras. Hay hasta 70 puentes en todo el recorrido, dos tipos de acueductos y cuatro dársenas de sillares de piedra que son verdaderos puertos de interior.

Navegar en alguno de los barcos turísticos que surcan el Canal de Castilla nos permite viajar al siglo XVIII, disfrutando del entorno desde una perspectiva única.

  • Marqués de la Ensenada: Punto de atraque en la Presa de San Andrés, en Herrera de Pisuerga (Palencia), en el Ramal Norte.
  • Antonio de Ulloa: Esta embarcación está situada en el Ramal de Campos, en Medina de Rioseco (Valladolid).
  • San Carlos de Abánades: Ubicado en el término municipal de Melgar de Fernamental, en la provincia de Burgos.
  • Juan de Homar: Situado junto a la cuádruple esclusa de Frómista (Palencia), y realiza el único tramo navegable del Camino de Santiago Francés, ya que navega en paralelo a dicha ruta de peregrinación.

El Canal de Castilla es mucho más que un destino turístico; es una experiencia que te transportará a otra época, conectará con la naturaleza y te permitirá descubrir la riqueza cultural e histórica de España.