Caminos de Pasión es una ruta cultural que combina historia, patrimoine artistique, traditions, gastronomiel'artisanat et nature en municipios emblemáticos del interior de Andalucía, reconocidos por su importancia histórica, cultural y natural. Todos ellos comparten unas singulares tradiciones de Pâques que constituyen una parte esencial de su identidad local.

Los pueblos que integran esta ruta son: Alcalá la Real en Jaén, Baena, Cabra, Lucena, Priego de Córdoba y Puente Genil en Córdoba, y Carmona, Écija, Osuna y Utrera en Sevilla. El entorno natural de estos municipios incluye varios espacios protegidos, así como una diversidad de paisajes de campiña, baja montaña, zonas de lagunas y cultivos como el olivar, el girasol o el trigo, que configuran el paisaje característico de la región. La red de senderos locales, junto a vías verdes y, especialmente, el Sendero GR 341, permite explorar la zona caminando, en bicicleta e incluso a caballo. El Sendero GR 341 Caminos de Pasión cuenta con una oferta cicloturista muy desarrollada —para gravel, MTB y carretera— que permite recorrer las tres provincias atravesando veinticinco municipios en once etapas, reflejo de la enorme variedad paisajística de la ruta.

Caminos de Pasión conecta estos municipios a través de una red de carreteras regionales y autonómicas, con una distancia máxima de 320 kilómetros entre los puntos más alejados: Alcalá la Real (Jaén) y Utrera (Sevilla). Puede recorrerse de forma lineal siguiendo el siguiente itinerario: Alcalá la Real – Priego de Córdoba – Baena – Cabra – Lucena – Puente Genil – Osuna – Écija – Carmona – Utrera.

Cada época del año aporta un atractivo distinto a la monumentalidad e historia de los municipios. El otoño destaca por su gastronomía, marcada por la recolección y elaboración de productos locales, eventos culinarios y un paisaje que comienza a transformarse con las primeras lluvias. La Cuaresma se presenta como la antesala de la Semana Santa: un momento idóneo para conocer tradiciones religiosas y sociales ligadas a una gastronomía específica, además de vivir en primera persona los preparativos de las hermandades y talleres artesanos. En primavera, el calendario se llena de ferias y fiestas populares y religiosas. Durante el verano, la programación cultural nocturna, enmarcada en espacios monumentales, ofrece una experiencia única.

La ruta puede realizarse en un periodo de entre 5 y 10 días. También es posible optar por escapadas de fin de semana a uno o varios municipios, o combinar el recorrido con la visita a las principales ciudades andaluzas.